O.W. TABÁREZ
Óscar Washington Tabárez es algo más que el seleccionador de Uruguayy el entrenador que más veces ha dirigido a un país: es el ideólogo de un plan con el que la “Celeste” ha recuperado su histórico nivel y la ilusión de sus hinchas.
Tabárez (Montevideo, 1947) compaginó su actividad como defensa central con otra profesión, la de maestro de primaria en varias escuelas de barrios humildes de Montevideo. De ahí ese apodo que le ha acompañado durante toda su extensa y exitosa trayectoria.
Tabárez compaginó su actividad como futbolista con la de maestro de primaria en barrios humildes de Montevideo
Tras sus inicios en los banquillos de Bella Vista, Danubio, Wanderers y la selección uruguaya sub-20, fue a partir de ganar la Copa Libertadores de 1987 con Peñarol cuando llegó el reconocimiento internacional. Dio el salto al extranjero, dirigiendo a dos gigantes como Milan (1996) o Boca Juniors (1991-93 y 2002). También tuvo experiencias en Deportivo Cali, Cagliari, Oviedo o Vélez Sarsfield.
Los entrenadores de fútbol sólo regresan a equipos en los que han dejado huella y a Tabárez le dieron una segunda oportunidad al frente de Uruguay tras el subcampeonato de la Copa América 1989 y los octavos de final alcanzados en Italia 1990.
El técnico uruguayo dirigió al Milan y a Boca Juniors
Cuando el “Maestro” volvió a la “Celeste” en 2006, lo hizo con un plan que presentó en su primer día: “Institucionalización de los procesos de las Selecciones Nacionales y de la formación de sus futbolistas”. Una idea resumida en un término, “el proceso”, que ha supuesto un punto de inflexión clave en la historia del combinado.
Una de las claves es que los valores humanos están por encima de los futbolísticos. “La palabra sagrada en mi cuerpo técnico es respeto. Lo primero que se le enseña a los chicos de 13 años cuando llegan es a saludar cuando pasan por un sitio donde hay gente, aunque no la conozcan, y luego a agradecer: al que les lava la ropa, al que les sirve la comida...”, dijo el técnico en una entrevista en un programa de televisión en noviembre.
”La palabra sagrada en mi cuerpo técnico es respeto”
A pesar de su rica historia futbolística, con dos Mundiales (1930 y 1950) y dos medallas de oro olímpicas (1924 y 1928), Uruguay atravesó tiempos oscuros en la década de los 90 y los inicios del nuevo siglo. Salvo la conquista de la Copa América 1995, acumuló notables decepciones: se perdió los Mundiales de 1994, 1998 y 2006.
Los motivos, de todo tipo: disputas internas, desorganización institucional, inestabilidad en los banquillos, cambios constantes de estilos de juego y una grave desconexión con una hinchada cada día más pesimista. Con todo eso quiso terminar Tabárez a su llegada y hoy, doce años después, nadie puede negar que su misión fue un éxito.
Asumió bajo su control todas las categorías de la selección, desde la absoluta a las juveniles, para implantar el mismo modelo. Descartó a los pesos pesados del equipo que no mostraban la ilusión y la seriedad que él creía necesaria y los fue reemplazando por jóvenes promesas, algunas de las cuales son hoy las verdaderas referencias del equipo, como Luis Suárez, Edinson Cavani o Diego Godín.
A su llegada a la selección, remplazó a los pesos pesados que no mostraban ilusión por jóvenes promesas como Suárez, Cavani o Godín
Quizás el mayor logro de Tabárez es haber devuelto la ilusión y el orgullo a la hinchada. El país se paraliza cada vez que juega la selección y los triunfos importantes se viven en las calles como cualquier fiesta nacional. Obviamente que los éxitos deportivos fueron clave en ese sentido: sobre todo el cuarto puesto en Sudáfrica 2010 y la conquista de la Copa América de 2011 en Argentina.
“Es el resultado del trabajo de mucha gente, sobre todo de los futbolistas que formaron parte de este proceso en sus diferentes etapas. Grandes personas que captaron lo que quería y lo llevaron adelante”, añadió en la misma entrevista.
Su figura se agigantó aún más en Brasil 2014, cuando tras la sanción a Suárez por el mordisco al italiano Giorgio Chiellini, cargó contra la FIFA en un emotivo discurso que terminó con la prensa puesta en pie aplaudiendo su frase final.
Su figura se agigantó cuando tras la sanción a Suárez por el mordisco a Chiellini cargó contra la FIFA
”Todos sabemos dónde está el poder. Eso no se discute. Que el poder lo tenga el organizador. Pero eso no quiere decir aceptar el uso indiscriminado de ese poder. Sobre todo por el órgano que debe impartir justicia. Como entrenador, como docente que he sido, se me presenta la teoría del chivo expiatorio. Los que han leído sobre psicología de conducción de grupos lo saben”, dijo aquel día con tono firme, pausado y didáctico.
La devoción por Tabárez se evidenció con la ola de apoyo y cariño que recibió al hacerse notorios los problemas de salud que le comenzaron a dificultar la movilidad, obligándolo a dirigir con bastones o incluso a bordo de un coche eléctrico. El plantel celeste cerró filas y el mensaje fue unánime: será su entrenador hasta el día en el que él mismo decida retirarse.
Como es lógico en un país con tantos habitantes como entrenadores de fútbol, Tabárez también ha sido objeto de críticas, sobre todo por su estilo de juego, más efectivo que creativo, y también por su áspera relación con la prensa, a la que no tiene reparos en contestar agresivamente en muchas conferencias.
Las lecciones del maestro no durarán para siempre, pero sus enseñanzas nunca serán olvidadas por el fútbol uruguayo. Y por supuesto, quedará su gran herencia: “el proceso”.
La gran herencia que dejará Tabárez es “el proceso”
La Vanguardia
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Cómo ven a Tabárez en Estados Unidos: el maestro que enseña a sus jugadores
Un artículo de The Wall Street Journal habla de Uruguay como "un país de 3,5 millones de habitantes con el mejor equipo libra-por-libra en el fútbol mundial". Menciona los modales inculcados a los futbolistas y los cambios que hizo en la selección.
El periódico estadounidense The Wall Street Journal publicó este viernes 30/06/18) una historia sobre el maestro Óscar Washington Tabárez, lo que representa para la selección y su influencia en los futbolistas, dentro y fuera de la cancha.
"En los 150 años transcurridos desde que se inventó el fútbol en los fangosos campos de juego de los internados ingleses, el deporte ha cambiado tanto que sería casi irreconocible para los muchachos de sangre azul que pateaban una pesada pelota de cuero", comienza diciendo el artículo.
"Pero no ha cambiado completamente. Porque en un pequeño puesto avanzado en el río Volga (el cual se posa la ciudad Sochi, sede del partido de este sábado), un hombre de 71 años de pelo gris que camina con un bastón, el hombre al que llaman Maestro, todavía está educando a los jóvenes para que se lleven el carácter y ganen los juegos de la Copa Mundial", añade.
"Su nombre es Óscar Tabárez. Y en 12 años a cargo del equipo nacional de Uruguay, ha ayudado a convertir a un país de 3.5 millones en el mejor equipo libra-por-libra en el fútbol mundial al tratar a sus jugadores como si fuera un maestro de la casa en Eton o Harrow", suma refiriéndose a las dos grandes universidades británicas.
Luego la nota menciona que "Tabárez ha dicho por mucho tiempo que su objetivo principal era moldear a los hombres equilibrados. Él imparte lecciones sobre el respeto, la decencia y la importancia de los buenos modales".
"Siempre decía que en un jugador de fútbol, la forma en que te comportas como ser humano es lo que es importante"
Y comparte declaraciones de Diego Forlán. "Siempre decía que ser un jugador de fútbol es una profesión, pero es la forma en que te comportas como ser humano lo que es importante. Puedes ser un jugador talentoso, pero si no te comportas bien, se reflejará negativamente en ti y en tus equipos".
Además, nombró la ausencia de Uruguay en el Mundial 2006 y la ausencia de la Celeste en semifinales de una Copa del Mundo desde 1970 como un cambio en el fútbol uruguayo que llevó a que "Uruguay se había ganado una reputación como matones del patio de recreo con su juego imprudente y físico".
"Uruguay se había ganado una reputación como matones del patio de recreo con su juego imprudente y físico"
"Cuando se llamó a Tabárez para que arreglara (la selección), identificó inmediatamente el problema. Uruguay tenía jugadores talentosos, pero carecía de la estructura para convertirlos en ciudadanos honrados", afirma.
Entonces cita declaraciones del entrenador del momento de su asunción en 2016: "Un joven talento debe entrenar y prepararse para los desafíos de la vida. El joven debe estudiar, no debemos obstruir eso, debemos favorecerlo, aumenta su potencial deportivo".
"Otros técnicos en la Copa del Mundo simplemente entrenan al equipo mayor. Pero Tabárez se convirtió en el decano de todo el programa nacional masculino, desde los menores de 15 años hasta el equipo que viaja a la Copa del Mundo. Todos los miembros de esos equipos vendrían a entrenar con Tabárez en el centro nacional de entrenamiento, donde podría configurar su desarrollo como jugadores y como personas", comenta el artículo.
Jonathan Clegg y Joshua Robinson, autores de la historia para The Wall Street Journal, informan que ""l aire de profesor de Tabárez no es una coincidencia". Y mencionan su profesión como maestro de escuela antes de ser entrenador de fútbol. Por eso "a día de hoy le gusta educar a sus jugadores sobre la historia, la geografía, las artes y cualquier otra cosa que le parezca interesante en el momento. Esto también es parte del plan de estudios de Tabárez".
Forlán compartió que "una vez jugamos en Japón y estábamos hablando de cómo nos sorprendió la cultura. Así que después de la cena, el Maestro reunió a los muchachos y lo escuchamos hablar sobre Japón, su historia, todo lo que sucedió en el país. Él es un hombre muy bien informado".
"Tabárez también se mantiene firme con los buenos modales. Muchas estrellas uruguayas han tenido problemas"
Además, "Tabárez también se mantiene firme con los buenos modales. Muchas estrellas uruguayas han tenido problemas con su regla de zapatos sin barro. Y hay reglas estrictas sobre no dejar platos sobre la mesa o poner pies en las sillas. El uso de teléfonos celulares está prohibido en el desayuno, el almuerzo y durante las charlas o reuniones del equipo".
"No importa lo que le suceda a este equipo en esta Copa del Mundo, la misión de Tabárez de educar a los jugadores uruguayos en cuestiones fuera del campo continuará", dice el artículo antes de cerrar con una frase del maestro: "Puedes hacer buenos contratos en los clubes, ganar prestigio, pero hay algunas cosas que solo puedes hacer jugando para Uruguay".