NACIONAL DE URUGUAY CAMPEÓN DEL MUNDO 1988

1988: A terceira Libertadores

A terceira Copa Libertadores da América chega em 1988, após perder por 1–0 fora de casa e depois vencer por 3–0 o Newell's Old Boys da Argentina, no Estádio Centenário, com gols de Ernesto "Pinóquio" Vargas, Hugo de León e Santiago Ostolaza.

No mesmo ano, obteve a Taça Intercontinental pela terceira vez, com uma heróica vitória por 7–6 nos pênaltis sobre o PSV Eindhoven dos Países Baixos,após empate por 2–2 no tempo normal e na prorrogação.

Com este triunfo sobre a equipe liderada por Guus Hiddink, consagrou-se como o primeira equipe Tricampeã do Intercontinental invicta. (Terceiro mundial interclubes).

No ano seguinte, venceu a segunda Copa Interamericana, desta vez ganhando do Olimpia de Honduras.

Também em 1989, obteve a Recopa Sul-Americana, derrotando o Racing Club da Argentina, o Nacional ganhava uma Tríplice Coroa, porque venceu a Libertadores 1988, a Copa Intercontinental 1988 e a Recopa Sul-Americana de 1989. Além disso, este foi o último título internacional oficial ganhado por um clube uruguaio até hoje.

Em 2002, o Nacional chegou perto de conseguir o inédito título da Copa Sul-Americana 2002, ao perder nos pênaltis por 5–3 para o Atlético Nacional nas semi-finais da competição, o Nacional ficou em 3º. Caso conseguisse esse título, o Nacional seria junto com o Boca Juniors, LDU de Quito,São Paulo Futebol Clube e o Internacional os únicos times que venceram todas as competições ainda ativas da Conmebol (Copa Libertadores, Recopa Sul-Americana e Copa Sul-Americana).

1988: CLUB NACIONAL DE FÚTBOL, CAMPEÓN MUNDIAL

La Copa Intercontinental 1988 fue la vigésimo séptima edición del torneo que enfrentaba al campeón de la Copa Libertadores de América con el campeón de la Copa de Campeones de Europa. Se llevó a cabo, por novena vez consecutiva, en un único partido jugado el 11 de diciembre de 1988 en el Estadio Nacional de la ciudad de Tokio, en Japón.

El encuentro fue disputado por Nacional de Uruguay, ganador de la Copa Libertadores 1988, y PSV Eindhoven de los Países Bajos, campeón de la Copa de Campeones de Europa 1987-88. El marcador final, pasados los 90 minutos reglamentarios y los 30 del tiempo suplementario, fue de empate 2-2. En la definición por penales, el equipo sudamericano se llevó la victoria por 7 a 6. El triunfo le significó a Nacional su tercer título como campeón del mundo —alcanzando el récord que por entonces compartía solamente con su archirrival Peñarol— y su séptimo título internacional.

Esta final está considerada, tanto por la prensa oficial de la Conmebol y la FIFA como por los aficionados, como una de las finales más emotivas de la historia de la Copa Intercontinental,​ producto, en gran medida, de lo cambiante del resultado durante el transcurso de los 120 minutos —ambos equipos estuvieron en ventaja en diferentes tramos del partido—, y de la extensa y dramática definición por penales, donde cada conjunto ejecutó 10 tiros, llegando los dos a estar a solo un gol de coronarse campeones.

Nacional de Uruguay, tricampeón Mundial de Fútbol

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